
Gracias a la expansión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el teletrabajo se ha convertido en un fenómeno incipiente en la mayoría de los países desarrollados y en vías de desarrollo. Para aquellos que desconocen el término, el teletrabajo hace referencia al trabajo a distancia o trabajo no presencial, fuera de la localización física de la empresa empleadora.
En este sentido, la temática atrae el interés de los investigadores, que buscan analizar las causas y consecuencias del fenómeno. Tal es el caso del CENIT (Centro de Investigaciones para la Transformación) y del Observatorio PYME, que en 2010 llevaron a cabo un estudio de campo para conocer el grado de difusión y de penetración del teletrabajo entre las firmas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los motivos por los cuales llevan a cabo –o no- esta práctica laboral,
Está claro que hoy en día la tecnología provee diferentes herramientas que posibilitan mantener lazos muy fuertes entre el trabajador y la empresa aún cuando éste no se encuentre físicamente en la misma. Teléfonos inteligentes, computadoras, teleconferencias, sistemas de control y resguardo de datos, acceso remoto, etc. son todas herramientas que hoy están disponibles para un número cada vez mayor de trabajadores y que, sin duda alguna, están cambiando la naturaleza misma del trabajo y de las relaciones laborales. (…)
El teletrabajo, gracias a su flexibilidad, ofrece diversas oportunidades tanto para las empresas como para sus trabajadores y al mismo tiempo abre nuevos desafíos para ambos. Así, la introducción del teletrabajo puede afectar tanto la vida social de los trabajadores como la cultura de las empresas, las rutinas laborales, las políticas de selección y retención de personal y, desde ya, su productividad. Pero el teletrabajo además podría repercutir sobre el medio ambiente, en la medida en que su aplicación permitiría reducir los viajes por motivos laborales.
Los resultados del estudio indican que si bien el 60% de las 200 firmas encuestadas conocían el teletrabajo como práctica laboral, sólo el 10% lo estaba implementando en 2010. Mientras tanto, el 28% de las compañías que no aplicaban teletrabajo consideraron que esa modalidad podría ser aplicable en su firma. Asimismo, es importante destacar que las empresas que consideraron que el teletrabajo no era aplicable en su compañía, sí son conscientes de que su aplicación sería beneficiosa.
Por otro lado, el estudio señala que el fenómeno del teletrabajo se registra con mayor frecuencia en actividades inmobiliarias y de servicios informáticos y que las áreas de implementación más usuales son administración, ventas, servicio técnico, atención virtual a clientes y recursos humanos.
Entre las principales razones que llevan a implementar el teletrabajo se encuentran la necesidad de solucionar problemas vinculados a la maternidad, discapacidad, etc; mejorar la calidad de vida del trabajador; aumentar la productividad; contribuir con el medio ambiente y ayudar a reducir los costos de la empresa. Mientras tanto, las barreras que impiden su implementación estarían relacionadas con los aspectos legales, de acceso a la tecnología necesaria y de cultura organizacional.
En relación al impacto del teletrabajo se destaca el efecto positivo en la calidad de vida de los empleados, el aumento en la productividad de la empresa, la retensión de los empleados y la disminución del ausentismo.
El informe del CENIT y el Ministerio de Trabajo de la Nación llega a la conclusión de toda actividad mediada por las Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones es en principio teletrabajable. De esta manera, se calcula que el teletrabajo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires podría alcanzar un máximo de difusión del 26% para el 2014.
La Dra. Viviana Díaz, Coordinadora de Teletrabajo del Ministerio de Trabajo de la Nación, afirma que “el teletrabajo es un instrumento que mejora la calidad laboral en los trabajadores, ya que pueden conciliar su vida personal con la laboral, optimizando su tiempo, ahorrando gastos en traslado, vestimenta y alimentación fuera de la casa. También mejoran su nivel de sosiego en relación al stress que implica moverse hasta su lugar de trabajo, evitando el tiempo muerto y el malhumor del tránsito. Las empresas se ven beneficiadas con la mejora del clima laboral reflejada en una mayor productividad por parte de los trabajadores y ahorro genuino en infraestructura, con planes de contingencias que previenen situaciones de catástrofe y, por supuesto, la sociedad en general se beneficia con la mejora en relación a una mejora en materia de medio ambiente con la reducción del tránsito vehicular y contaminación”.
Fuente: Estudio CECIT.